jueves, 9 de septiembre de 2010

El Quijote y su envestidura


En un lugar de la Mancha había mucho tiempo que vivía un Hidalgo de los de lanza en un taller había más vaca que carnero, salpicón por las noches, peleas y desvanes los sábados, servían lentejas los viernes y algún pollo de añadidura los fines de semana así consumían las tres partes de su hacienda. Tenían paño fino y lustroso para las fiestas los mismos zapatos, y los días de entre semana en su granja de lo más fino. Sin dejar de pensar en su siempre amada Dulcinea.

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